Durante los años 50 el Hotel Potomac fue el lugar preferido por muchos de los extranjeros que venían a Caracas a trabajar o en viajes de negocio, los petroleros que venían lo preferían por la cercanía de la sede de la Shell en la misma avenida Vollmer de San Bernardino.
En esos años, los 50, su dueño fue un crítico de la dictadura de Pérez Jiménez por lo que tuvo que abandonar el país, dejando el hotel bajo la administración de Albino Leal.
En la democracia estuvo de nuevo en manos de Atencio Bozo hasta que fue vendido en los setenta, antes de ser vendido se llevó a cabo el secuestro del futbolista Alfredo Di Stefano, del Real Madrid, a las puertas de su habitación en el Potomac, acción que fue llevada a cabo por un grupo de guerrilleros de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional el 24 de agosto de 1963, con la intención de lograr que lucha fuera conocida internacionalmente.
Al poco tiempo la guerrilla puso una bomba en su terraza sin generar heridos. Se cuenta también que en el mismo vivió Gabriel García Márquez; y fue allí donde escribió "Cuando era feliz e indocumentado".
El Hotel que guardaba tantas historias y ya era considerado como un icono de la ciudad, su dueño, recibió varias ofertas de compra incluyendo la intención del gobierno de Carlos Andrés Pérez que no tuvo éxito. Finalmente la Electricidad de Caracas lo adquirió por una suma importante de dinero.
Ya hoy dia el hotel no existe, solo queda en el recuerdo aquellas historias que llegaron hasta los años 70.
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