Se inauguró el 11 de diciembre de 1955 durante el gobierno del General Marcos Pérez Jiménez, y quedó abierto al público el 19 de abril del mismo año. Los ingenieros que estuvieron a cargo de las obras fueron Oscar Urreiztieta, Gustavo Larrazábal y la compañía Eneca.
El hotel Humboldt y la estación Ávila fueron diseñadas por el Arquitecto Tomás José Sanabria, mientras que las estaciones de Maripérez y El Cojo (en Macuto) fueron diseñadas por Alejandro Pietri Pietri.
A decir de algunos investigadores, el complejo teleférico fue construido con fines distintos al turístico. Así lo expresó el arquitecto Tomás Sanabria: “…el teleférico no es para un motivo turístico, el teleférico es una estrategia militar (le dijo Pérez Jiménez)…”, explicándole “…que Caracas es un pequeño valle muy frágil y así con este teleférico, tendremos por lo menos la ventaja de movilizar 800 soldados a la hora…”
Realmente no tiene mayor importancia la intención inicial, pues siempre se utilizó como espacio de turismo y recreación, además, lo realmente simbólico es su arquitectura, ubicación e importancia histórica.
Fueron muchos los visitantes y turistas que subieron al majestuoso Ávila, de hecho, a un año de su apertura, subieron más de un millón de personas. Todos iban con la intención de disfrutar de las distintas atracciones del lugar: paseos a caballo, pista de patinaje sobre hielo, larga vistas, piscina temperada o simplemente buscando un refugio para dormir. Otros compraban flores y frutas del pueblo de Galipán o aprovechaban el novedoso transporte para bajar a Macuto y de allí tomar un autobús con destino a Macuto y Camurí Chico.
El disfrute de este increíble espacio recreacional sufriría muchos altibajos con el paso del tiempo. Luego de la caída de Pérez Jiménez las instalaciones comenzaron a ser descuidadas y en 1977 el teleférico terminó siendo clausurado. Abriría nuevamente en 1986, durante el período gubernamental de Jaime Lusinchi y sería cerrado nuevamente en 1988.
Once años después, durante la presidencia de Hugo Chávez, se celebró un contrato de 30 años con la Inversora Turística de Caracas (ITC), que inició un proyecto denominado Ávila Mágica. La compañía realizó importantes cambios en la infraestructura, sin embargo, el estado venezolano le quitó la concesión en el año 2007 en esa fecha pasó a llamarse Sistema Teleférico Warairarepano.
El hotel por su parte corrió con igual suerte. En los años 60 se le entregó en concesión a la cadena Hotelera Sheraton, pero por diversas razones terminó siendo clausurado.
En los años 80 se utilizó como escuela de turismo pero el proyecto también fracaso. En 1998 fue, junto al sistema teleférico, dado en concesión al ITC, hasta el 2007 cuando el complejo fue nacionalizado por el gobierno de turno.
A la fecha de hoy el complejo turístico Hotel Humboldt vuelve a sentir los altibajos, porque a pesar de los proyectos anunciados no se han culminados, las remodelaciones de las obras civiles ni siquiera se han terminado.
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