martes, 8 de agosto de 2017

"El Sereno y Farolero caraqueño"


Se conocía como el sereno a aquel hombre que todas las noches se ocupaba de la vigilancia del vecindario y al farolero que encendía los faroles de las calles. En Caracas se estilo que el Sereno y el Farolero era la misma persona. 

En la Plaza Bolívar de Caracas cuando entraba la noche, y mientras encendía los faroles de los alrededores daba o decía la hora, utilizando las siguientes palabras: “Son las 7 de la noche y todo esta Sereno”, (queriendo decir, que el tiempo estaba tranquilo a esas horas de la noche). 

Esto lo decía cada hora hasta que la gente de los alrededores se iba a dormir. Y quedaba atento para rellenar de combustible los faroles que se apagaban 

Ya a punto de amanecer apagaba los Faroles de la Plaza y de los alrededores y se disponíendose a  recargarlos para la noche siguiente. 

Las herramientas que utilizaban consistían en una escalera, una percha y una caja donde llevaba los utensilios necesarios para las lámparas como eran mechas, combustible y unos trapos para limpiar los vidrios de los faroles. 

Inicialmente el combustible utilizado era aceite o grasa animal, una vez iniciada la industria petrolera se utilizó el kerosene, todo esto fue así hasta que llegó la electricidad. 

Ya entrado el siglo XX el Sereno y Farolero caraqueño pasó a ser un desempleado, quedando también así los fantasmas y las apariciones. 


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