jueves, 31 de agosto de 2017

El Palacio Federal Legislativo

  

Cubre toda la manzana diagonal a la Plaza Bolívar de Caracas, donde antiguamente se encontraba el Convento de las Reverendas Madres de la Inmaculada Concepción.

Por medio de un decreto del entonces Presidente de la Republica Antonio Guzmán Blanco se ordenó expropiar un solar del convento de las Hermanas de la Concepción (Convento de las Monjas Concepciones) entre las esquinas de La Bolsa y San Francisco, para la construcción del Capitolio Federal creándose para tal fin una Junta de Fomento del Capitolio a la cual le otorgó poder para administrar e inspeccionar las obras concernientes a tan importante construcción. 

El Capitolio es un edificio de estilo neoclásico del siglo XIX definido por tres cuerpos e inspirado en un edificio de Francia, siendo el arquitecto y principal constructor de la obra el notable ingeniero Luciano Urdaneta, hijo del General Rafael Urdaneta, se acordó la construcción del edificio por la cantidad de 42.893 bolívares suma esta que sería pronta y enormemente excedida por la cantidad final de 171.580 bolívares de la época. Actuaron como ingenieros auxiliares Manuel María Urbaneja al comienzo de los trabajos quien fue sustituido por Juan Hurtado Manrique y Roberto García. 

El Palacio Federal se construyó en varias partes, empezando por el cuerpo sur del Palacio donde funcionan las Cámaras Legislativas. En 1876 el Ejecutivo decretó la construcción del cuerpo norte, y el 20 de febrero de 1877, todo el terreno que pertenecía al convento estaba ocupado por el conjunto de edificios que forman el Capitolio; los antiguos Palacios sur y norte, y por sus edificaciones laterales que unen a esos dos cuerpos principales. 

Complejo norte 

Salón Elíptico. 


La fachada principal del Salón Elíptico está adornado por dos figuras que representan la justicia y la libertad. Ambas fueron elaboradas por el artista Eloy Palacios. El Salón presenta tres divisiones separados por dos grandes arcos. 


Los salones llevan los nombres de los colores nacionales; así la sección del oeste se denominó Salón Amarillo, en el centro Salón Azul y Salón Rojo el del este. 

Este es el Salón más importante del Capitolio ya que guarda innumerables tesoros históricos como el arca que contiene el Libro de Actas del Primer Congreso Nacional de Venezuela. Allí se aprecia el Acta de Declaración de la Independencia, firmada el 5 de julio de 1811. Además, se observa la imponente cúpula oval de 26 metros de alto y 13 de ancho bañada en oro que corona el techo de tan importante estructura. Dicha cúpula fue originalmente importada de Bélgica y montada en 1890, que fue sustituida recientemente por una de aluminio anodizado. En la cúspide se encuentra la Bandera Nacional. 


El gobierno del general Juan Vicente Gómez fue el encargado de emitir un decreto el 1 de enero de 1910, en el cual se ordenaba a depositar en un arca especial, instalada en el Salón Elíptico del Palacio Federal, el original del Libro que contiene Acta Solemne de Independencia descubierta en 1907 en Valencia y aceptada como tal por la Academia Nacional de la Historia de Venezuela. 

Esta orden se cumplió un año después, en la conmemoración del primer Centenario de la Emancipación, el 5 de julio de 1911. El libro de Actas del Congreso de 1811 cuenta con 436 páginas y se le conoce con el nombre de Libro Nacional de los Venezolanos. 

Salón del Tríptico. 

El Salón del Tríptico se encuentra separado del Salón Elíptico por un vestíbulo. En otros tiempos fue el sitio del Despacho del Presidente de la República y actualmente, de acuerdo con la tradición, sirve como sala de recepción cuando el Primer Mandatario y su comitiva visitan el Palacio. Su nombre se debe a la pintura realizada por Tito Salas en tres partes: en la sección de la izquierda representa el Juramento del Monte Sacro de Roma, la del centro el Paso de los Andes, y a la derecha el momento en donde el espíritu del Libertador Simón Bolívar abandona su cuerpo. En este salón se encuentran todas las Constituciones originales de la vida republicana de Venezuela, siendo la primera la Constitución Federal de 1811 hasta la actual de la República Bolivariana de Venezuela, promulgada en 1999. 


Salón de los Símbolos. 

El Salón está situado en el extremo oriental del cuerpo norte. Debe su nombre al Escudo Nacional que lo adorna y además a las representaciones los diversos Escudos de las Entidades Federales de Venezuela. Originalmente fue sede de la Alta Corte Federal, y actualmente es usado para reuniones de importancia de las comisiones parlamentarias con funcionarios o ciudadanos. 

Complejo sur 

Hemiciclo de Sesiones 

Está ubicado en el área norte del Palacio Federal Legislativo. Es un ambiente espacioso de tres niveles: la parte norte la ocupa el podio, de forma cóncava, donde se ubica la Mesa Directiva. Más abajo están la Tribuna de Honor y la Mesa de Secretaría. Al frente se ubican los nuevos y modernos curules de los Diputados. En el área del sur están los palcos para invitados de honor, prensa y público en general. Además en la parte norte, específicamente en la pared, se encuentra un arco con los colores nacionales, las ocho estrellas de las Provincias de la Unión y Escudo Nacional con sus letras en oro, como lo indica la propia Ley de los Símbolos Patrios. 


Hemiciclo Protocolar (Antiguo Senado). 

Ubicado en el área suroeste del Palacio en la esquina de la Bolsa, y se utiliza para sesiones multinacionales y otros actos especiales, tiene la misma estructura y distribución que el Hemiciclo de la infraestructura francesa. 


Edificios laterales 

Este: 

Allí se encuentran las oficinas y el despacho de la Presidencia de la Asamblea Nacional, y la Biblioteca Federal Legislativa. 

Oeste: 

En el edificio en su parte superior se encuentran los Despachos de la Primera Vicepresidencia de la Asamblea Nacional y la del Secretario. 

Patio Central: 

Es un amplio jardín sembrado de chaguaramos (Roystonea oleracea) y otras palmeras, que rodean la fuente escultural elaborada en el Reino Unido. Llegó a Venezuela en enero de 1876 y estuvo inicialmente entre los dos cuerpos laterales del edificio, pero luego debido al reducido espacio fue removida al centro donde está hoy en día. 



domingo, 20 de agosto de 2017

"La Perinola"


El origen del juego es desconocido, apareciendo en diversas culturas y épocas con diferentes nombres. En América Latina es considerado un juego tradicional en muchos países y se ha rastreado su uso desde épocas precolombinas.

Está constituido por dos partes, una superior o cabeza y una inferior o base en la que debe encajar la primera. Ambas partes están unidas por un cordel. El juego consiste en tratar de ensartar la parte superior en la base o viceversa, de forma lenta o rápida (depende de la preferencia del jugador). La Perinola, esta compuesto de un tallo generalmente de madera unido por una cuerda a una bola horadada por uno o varios agujeros de un diámetro ajustado al tallo, cuyo objetivo es hacer incrustar un eje delgado al hueco del mazo.


Se considera originario de Latinoamérica, jugado ya desde la época precolombina LAS PRIMERAS PERINOLAS, Luego en las carpinterías comenzaron a fabricar las perinolas de madera, sobre todo en la frontera Colombia-Venezuela, empezaron aparecer así perinolas de todos los tamaños, en las familias comenzaron a comprar de dimensión gigante y se jugaban en las salas de la casa rotándolas entre los miembros de la familia, más tarde aparecieron las perinolas de plástico y de colores.

viernes, 18 de agosto de 2017

"El trompo"



Desde la Edad Media, se conoce en Europa. En países como Inglaterra, su uso se relacionaba con festividades religiosas cristianas, cada Parroquia tenía su trompo, que se bailaba todos los años, el martes de carnaval, cuando se llevaban a cabo desafíos inter parroquias.


Fue traído a Venezuela por los españoles durante la Colonia, donde se convirtió en un juguete muy popular. Se baila básicamente durante las Navidades, cuando niños y jóvenes organizan grandes desafíos. 



Originalmente fue un juguete elaborado en madera, torneado de forma semi-circular y con una punta metálica, que al ser lanzado por medio de un cordel, da vueltas sobre su propio eje, logrando un movimiento cinético de alta velocidad. El trompo posee líneas bien definidas a su alrededor, las cuales guían al jugador para enrollar la cuerda (guaral) sobre su superficie, hoy lo fabrican también en plástico.




El trompo se jugaba por un número indeterminado de jugadores. Se marcaba un círculo en el suelo más o menos grande. Luego cada jugador tiraba sobre el centro del círculo su trompo a la vez que con la cuerda procuraba llevárselo fuera del círculo marcado.


Si lo conseguías ya habías ganado, en caso contrario, tenía que dejar que el trompo se parase. Si al pararse quedaba dentro del círculo, los demás jugadores tiraban de nuevo su trompo para hacerle una muesca con la punta afilada de sus trompos. Recuerdo que muchas personas mayores que jugaban trompo, le cambiaban esta púa y le colocaban otra más grande y mucho más afilada.


Si con uno de estos golpes se conseguía sacar del círculo ganabas, en algunos casos se partían los trompos después de muchos impactos, así quedaba libre circulo y terminaba el juego.

miércoles, 16 de agosto de 2017

“El teleférico de Caracas”

 

 
Se inauguró el 11 de diciembre de 1955 durante el gobierno del General Marcos Pérez Jiménez, y quedó abierto al público el 19 de abril del mismo año. Los ingenieros que estuvieron a cargo de las obras fueron Oscar Urreiztieta, Gustavo Larrazábal y la compañía Eneca.


El hotel Humboldt y la estación Ávila fueron diseñadas por el Arquitecto Tomás José Sanabria, mientras que las estaciones de Maripérez y El Cojo (en Macuto) fueron diseñadas por Alejandro Pietri Pietri. 

A decir de algunos investigadores, el complejo teleférico fue construido con fines distintos al turístico. Así lo expresó el arquitecto Tomás Sanabria: “…el teleférico no es para un motivo turístico, el teleférico es una estrategia militar (le dijo Pérez Jiménez)…”, explicándole “…que Caracas es un pequeño valle muy frágil y así con este teleférico, tendremos por lo menos la ventaja de movilizar 800 soldados a la hora…” 


Realmente no tiene mayor importancia la intención inicial, pues siempre se utilizó como espacio de turismo y recreación, además, lo realmente simbólico es su arquitectura, ubicación e importancia histórica.

Fueron muchos los visitantes y turistas que subieron al majestuoso Ávila, de hecho, a un año de su apertura, subieron más de un millón de personas. Todos iban con la intención de disfrutar de las distintas atracciones del lugar: paseos a caballo, pista de patinaje sobre hielo, larga vistas, piscina temperada o simplemente buscando un refugio para dormir. Otros compraban flores y frutas del pueblo de Galipán o aprovechaban el novedoso transporte para bajar a Macuto y de allí tomar un autobús con destino a Macuto y Camurí Chico.

El disfrute de este increíble espacio recreacional sufriría muchos altibajos con el paso del tiempo. Luego de la caída de Pérez Jiménez las instalaciones comenzaron a ser descuidadas y en 1977 el teleférico terminó siendo clausurado. Abriría nuevamente en 1986, durante el período gubernamental de Jaime Lusinchi y sería cerrado nuevamente en 1988. 


Once años después, durante la presidencia de Hugo Chávez, se celebró un contrato de 30 años con la Inversora Turística de Caracas (ITC), que inició un proyecto denominado Ávila Mágica. La compañía realizó importantes cambios en la infraestructura, sin embargo, el estado venezolano le quitó la concesión en el año 2007 en esa fecha pasó a llamarse Sistema Teleférico Warairarepano.



El hotel por su parte corrió con igual suerte. En los años 60 se le entregó en concesión a la cadena Hotelera Sheraton, pero por diversas razones terminó siendo clausurado. 


En los años 80 se utilizó como escuela de turismo pero el proyecto también fracaso. En 1998 fue, junto al sistema teleférico, dado en concesión al ITC, hasta el 2007 cuando el complejo fue nacionalizado por el gobierno de turno.


A la fecha de hoy el complejo turístico Hotel Humboldt vuelve a sentir los altibajos, porque a pesar de los proyectos anunciados no se han culminados, las remodelaciones de las obras civiles ni siquiera se han terminado.


lunes, 14 de agosto de 2017

"LA CASA NATAL DE EL LIBERTADOR"



 
En la calle situada de San Jacinto a Traposos, frente a la plaza de San Jacinto de Caracas nos encontramos una casa colonial, probablemente de mediados del s. XVII, la cual perteneció a don Pedro de Ponte Andrade Jaspe de Montenegro. En el año 1681 se casó con Josefa Marín de Narváez. De esta unión nació María Petronila quien contrajo matrimonio, en segundas nupcias, con Juan de Bolívar y Martínez Villegas. María Petronila dio a luz a Juan Vicente de Bolívar y Ponte, quien contrajo matrimonio con María de la Concepción Palacios y Blanco. De esta unión nacieron María Antonia, Juana Nepomuceno, Juan Vicente, María del Carmen y Simón Antonio de la Santísima Trinidad, quien nació el 24 de julio de 1783. La familia Bolívar vivió en esta casa hasta la muerte de la madre del Libertador en el año 1792. En esta casa, Simón Bolívar recibió clases del Padre Andujar, don Andrés Bello, el Lic. Sanz y don Simón Rodríguez.

El 19 de julio del año 1806 pasó a ser propiedad de don Juan de la Madriz quien era pariente del Libertador y a quien se la venden los hermanos Bolívar y Palacios y su familia vivió en ella hasta que fue adquirida por el General Antonio Guzmán Blanco en el año 1876.

El Libertador estuvo en ella por última vez en el año 1827, cuando asistió a una cena que Juan de la Madriz hizo en su honor. Esta fue la última vez que estuvo Simón Bolívar en Caracas.

En 1912 esta casa fue adquirida por suscripción popular, a través de la “Sociedad Patriótica”, quien la donó formalmente a la Nación en acto celebrado el 28 de octubre de ese año.

Fue decretada su reconstrucción el día 25 de octubre de 1916. Vicente Lecuna fue seleccionado para llevar a cabo esta obra y fue asesorado por los arquitectos Antonio Malaussena y Alejandro Chataing, el historiador Manuel Landaeta Rosales, el biógrafo Manuel Segundo Sánchez y el anticuario Christian Witzkc.


Finalmente la Casa Natal del Libertador pudo abrir sus puertas al público el 15 de julio de 1921, En ella podemos apreciar, además de las telas y paredes pintadas por Tito Salas, reconocido pintor venezolano, las cuales registran hechos importantes de la vida del Libertador y de la Gran Colombia, piezas de muebles antiguos, enseres y objetos diversos de la época de Bolívar, las cuales pertenecieron a familias caraqueñas y que datan de los siglos XVII, XVIII y XIX.


La reconstrucción final quedó como una casa de estilo colonial que se asemeja a la arquitectura del siglo XVI la cual contrasta con el piso empedrado que aún mantiene la calle que conduce a la entrada de la puerta principal de la casa. Este mismo estilo artístico se repite en las casas que la circundan como son la Sociedad Bolivariana y el Museo Bolivariano. 


En el año 1999 fue declarada la Casa Natal del Libertador, así como la colección de bienes muebles y enseres como Bienes de Interés Cultural y por decreto del 25 de julio de 2002 fue declarada Monumento Nacional por el Gobierno de Venezuela.






domingo, 13 de agosto de 2017

"El Papagayo"





De origen Asiático, paso a Europa y posteriormente llego a nosotros; No se conoce con exactitud la fecha de la llegada del papagayo a Venezuela. 


No es extraño, pues, que tan extraordinario juguete se haya popularizado en nuestro país a comienzos del XIX. 


No hay más remedio para conocer la historia del papagayo en Venezuela que recurrir a nuestros recuerdos y el de los amigos. Revivir los años de luz y viento en que éramos montadores de papagayo, sin otras fuentes de información la memoria y los susurros del aire caraqueño. 

El volar papagayos fue en Venezuela un juego esencialmente popular, favorito de los habitantes de los barrios populares. Hubo una época en que, llegada la temporada, era cosa de gusto ver el cielo de Caracas literalmente cruzado en toda su extensión por estas ingenuas aeronaves de colores, diestramente manipuladas desde tierra por pequeños capitanes que se daban cita en los cerros de Caracas. 


Desde El Guarataro, San José, La Vega y todos los puntos de la ciudad donde hubiese una loma con viento propicio, partían los hilos para encontrarse allá arriba, en el gran baile del color y el movimiento. Hasta hubo en El Guarataro un lugar llamado la Loma del Viento gracias a una brisa fuerte que pasaba por ahí

El papagayo era popular sobre todo porque era barato, tal vez el más barato de todos los juguetes de la epoca, a muy bajo costo se podía obtener una buena cometa en cualquier establecimiento, pero los niños preferían confeccionarlos. 



Entonces la aventura del papagayo comenzaba por la excursión a las orillas del Guaire para cortar las veradas y el recorrido por los matorrales para buscar el caujaro, cuyo fruto mucilaginoso suministraba el pegamento clásico reputado como muy superior a la goma arábiga y los engrudos caseros industriales; luego recolectar trapos para el rabo, comprar el papel de seda y armar el papagayo, ¡ah!.. Y tampoco faltaba en algunos la famosa hojilla amarrada en el rabo para contar el guaral del oponente y titularse campeón.




                                      




martes, 8 de agosto de 2017

"El Sereno y Farolero caraqueño"


Se conocía como el sereno a aquel hombre que todas las noches se ocupaba de la vigilancia del vecindario y al farolero que encendía los faroles de las calles. En Caracas se estilo que el Sereno y el Farolero era la misma persona. 

En la Plaza Bolívar de Caracas cuando entraba la noche, y mientras encendía los faroles de los alrededores daba o decía la hora, utilizando las siguientes palabras: “Son las 7 de la noche y todo esta Sereno”, (queriendo decir, que el tiempo estaba tranquilo a esas horas de la noche). 

Esto lo decía cada hora hasta que la gente de los alrededores se iba a dormir. Y quedaba atento para rellenar de combustible los faroles que se apagaban 

Ya a punto de amanecer apagaba los Faroles de la Plaza y de los alrededores y se disponíendose a  recargarlos para la noche siguiente. 

Las herramientas que utilizaban consistían en una escalera, una percha y una caja donde llevaba los utensilios necesarios para las lámparas como eran mechas, combustible y unos trapos para limpiar los vidrios de los faroles. 

Inicialmente el combustible utilizado era aceite o grasa animal, una vez iniciada la industria petrolera se utilizó el kerosene, todo esto fue así hasta que llegó la electricidad. 

Ya entrado el siglo XX el Sereno y Farolero caraqueño pasó a ser un desempleado, quedando también así los fantasmas y las apariciones. 


El Palacio Federal Legislativo

   Cubre toda la manzana diagonal a la Plaza Bolívar de Caracas, donde antiguamente se encontraba el Convento de las Reverendas Madre...