Este sitio debe su
nombre a una leyenda que surgió en la Caracas del siglo XIX, cuando la
oscuridad y soledad de las calles avivaba la imaginación de sus habitantes. Se
dice que a altas horas de la noche se podía escuchar un coro de voces fúnebres
y monótonas, que entonaba el Avemaría del rosario. Una vez un grupo de
curiosos, salió a la calle para descubrir la identidad de los cantores y se
encontró con numerosas sombras con túnicas blancas, que llevaban hachones
encendidos. Aseguró que se trataba de las ánimas del Purgatorio que habían
salido a orar y hacer penitencia.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario